IMPORTANTE LEER ESTA ENTRADA!!

Hola, como ya sabéis tengo una novela. He decidido cambiarme de blog, ya que el otro es más fácil de utilizar. Subiré todos los capítulos allí y aquí no subiré más. Pues sí, esta es mi última entrada en este blog así que os dejo el link del nuevo:

http://loveyourselfandnomor.wix.com/dreamitsfree

Aaddiiioossss :)) ♥

Capítulo 9

    *Las 22:00, en casa de María*
    —Dentro de 15 minutos iré a buscar a Sandra, despues te pasaremos a buscar.
    —De acuerdo, yo ya estoy listo. – le contestó Carlos
    —Vale. Me acaba de decir Oscar por el Facebook que ahora viene para tu casa, que así no hace falta que vayamos a su casa.
    —Sí, a mi también me lo ha dicho.
    —Ok, nos lleva tu madre, ¿verdad?
    —Sí. ¡Yo voy en el asiento de delante!
    —Vale primo. Adiós.
    —¡Adeu! – se despidió Carlos, antes de que María colgara el teléfono.
    En ese mismo instante, Oscar se había desconectado, eso significaba que ya iba para casa de mi amigo. Oscar vive en nuestro pueblo, pero en las afueras, por eso sus padres lo traen en coche siempre que quiere ir al pueblo.

    *Las 22:15, en mi casa*
    —¡Sandra, te a venido a buscar María! – anunció mi madre.
    —¡Ya lo sé, me lo acaba de decir por el WhatsApp!!
    Me acabé de peinar, cerré el facebook, apagué el portatil y bajé. En ese instante nos ívamos para casa de el primo de mi mejor amiga. Cuando llegamos ellos estaban esperándonos en la calle. Esa noche no hacía mucho frio, así que María y yo nos pusimos un vestido corto, con medias transparentes y una chaqueta pequeña. Mi vestido era negro, el suyo gris.
    Cuando los chicos nos vieron llegar, avisaron a la madre de Carlos. Subimos los 5 al coche, detrás ívamos Oscar, María y yo, cómo habían acordado mi mejor amiga con su primo.
    Nos dirigiamos hacía una discoteca para más de 16 años. Aun que tenemos 15 y 14, aparentamos más. Seguro que no tenemos ningun problema, a no ser que nos pidan los DNIs. Por suerte, no lo pidieron, y nos dejaron entrar, igual que la última vez que fuimos. La entrada valia 6 euros y entraba una bebida. Como siempre, pedimos alcohol, aun que bebimos con control. No estaba permitido fumar, pero allí todo el mundo fumaba, así que nosotros tambien fumamos. Bailábamos sin control. Ya eran las 2:30, cuando decidí subirme a una tarima. Entonces ví a un chico. Me sonaba mucho, pero no sabía quien era, hasta que me dí cuenta que era...¡Ruben! ¡Ruben estaba ahí, y iva con unos amigos! Entonces él me vio, y nos miramos fijamente a los ojos. El iva hacía mi, y yo hacía él, hasta que por fin nos encontramos y sin decir nada más nos besamos por cuarta vez.

Capítulo 8

*5 minutos más tarde* ''Riiiiiiiiiiinnngggg!!!'' Ya había llegado delante de casa de mi best friend. Ahora se lo tenia que contar todo. Estaba impaciente por decírselo, tenía ganas de gritar, hasta de llorar de alegría. Me había besado con el chico que me gusta. Y esta vez a sido distinto a todos mis otros rollos. Había sentido algo diferente. ¿Se podía enamorar alguien en 5 meses?
    —¿Que ha pasado? – preguntó impaciente al mismo instante que abrió la puerta.
    —¡Gracias por saludar eeh!
    —De nada. Y ahora...¡cuenta, cuenta!
Pasaron 5 minutos cuando acabé de contárselo todo.
    —¿¡Te besó?!
    —Sí, es increíble
María me siguió preguntando cosas durante 10 minutos más. Hasta que decidimos cambiar de tema.
    —Hoy es sábado, tenemos que irnos de fiesta, por ultima vez juntas. – pensó.
    —¡Hey, por última vez no!
    —Bueno, ya me entiendes.
    —Jajaja, a ti nadie te entiende.
    —Lo sé, es que estoy muy loca – dijo ella.
    —¿Bueno pues entonces a que hora quedamos?
    —¿A las 10 i media te parece bien? Podemos ir a buscar a Carlos y a Oscar.
Las dos estuvimos de acuerdo.
    —Si quieres te ayudo a hacer las maletas.
    —Vale, si quieres comenzamos ahora. No se si cabrá todo en 6 maletas + bolsas, que mi madre también tiene que llevarse ropa...
    —Ya encontraremos una solución ahora vámonos.

*En mi casa*
    —Tenemos que poner todo esto
    —¿Todo esto? ¿Pero cuanta ropa tienes?
    —Esto es solo lo de invierno, aun falta lo del verano, el maquillaje, accesorios, mis Cd's...
    —Vale, vale, no hace falta que sigas. En seis maletas no te cabe ni lo tuyo.
Nos reímos las dos.
Después de esa última frase, abrimos el portátil, el Spotify y pusimos música del último Cd de Mujeres Y Hombres Y Viceversa, uno de nuestros programas preferidos de Telecinco.
Después de casi cinco horas, acabamos.
    —Buufff, se nos ha echo de noche – dijo María cansada.
    —Si, pero al menos ya no hace falta que pensemos más en las maletas. ¡¡Ahora, vamos a cenar, y a prepararnos para la fiesta!!

Capitulo 7

    Paralizada lo miré fijamente. ¿Le había confesado lo que sentía?

    —¿Que? – dijo él

    —Que me gustas, y mucho..!

    —¿Te gusto?

    —Sí, y yo a ti quizás no pero es que...

No pude acabar la frase por que él ¡me besó...!

    —Tú... ¿me quieres? – dije tímida

    —¡Te quiero desde hace años!

    —¿Y por que no me lo habías dicho? ¡También te quiero yo desde hace mucho tiempo!
Entonces, alguien mucho mayor que nosotros nos interrumpió.
    —¡Rubén! ¿Quien es? – dijo su madre.

    —Es Sandra.

    —Ah vale, ¡hola Sandra! – gritó desde arriba.

    —¡Hola! – la saludé.

    —Mamá entra en casa que ahora subo.

    —Vale no tardes.

    —¡Que sí!

No dijimos nada más hasta que se oyó cerrarse la puerta del piso de arriba.

    —¿Y por que no me lo habías dicho tu? Y además...¿Que hacemos ahora?– dije yo, volviendo a la conversación de antes.

    —No lo sé, yo el lunes me voy...

    —No te vayas, quédate

    —No puedo me tengo que ir sí o sí. Lo siento...

    —Ya pero...

    —Yo también quiero estar contigo pero no puedo.

Entonces, sin decir nada más, le besé, y después de apenas 10 segundos, me marché corriendo sin decir nada más.

Capítulo 6 parte 2

Ya esta. Ya se a pasado lo fácil. Ya les e dicho a casi todos mis amigos lo de Londres menos a dos. Los demás se han quedado de piedra. Hay algunos que aun no se lo creen, pero ya se lo creerán cuando no esté. Ahora me falta decírselo a mi mejor amiga y después a Rubén. Prefiero primero contárselo a María. Aun que hace frío no parece un día de diciembre, sino uno de finales de octubre. Iba caminando pensando en mis cosas y cuando llegue delante de la casa de mi 'best friend' me puse nerviosa, ya que no me podía imaginar vivir sin ella. Hasta que al final...

    —¡¡Riiiiiiiingg!! – hizo el timbre.

    —¡Ya voy! – se oyó gritar a Maria.

    —¡Hola! – dije cuando abrió la puerta.

    —¡Hola! ¿Que tal?

    —Bueno, se puede estar mejor...

    —¿Por que? ¿Que te pasa?

    —Pues que el lunes...me voy a vivir a Londres.

    —¡¿Que?!

    —Que me voy a vivir a Londres por la crisis y todo eso...

    —Debe ser una broma, ¿verdad?

    —No, por mala suerte, no.

    —Pero...

    —No hay peros, el lunes me voy. Aun que no me quiera ir, tengo que marcharme.

    —¿Pero hasta cuando?

    —5 años...
    —No puede ser...
    —Si que puede ser... Oye me voy a decírselo a Rubén que es el último que me falta de nuestra clase. Después vente a mi casa y hablamos. Ya te llamaré.
    —Vale llámame. Suerte con Rubén jajaja.
    —Ñññññ ¬¬

Nos despedimos y me fui para casa de Rubén
    —¡Lulululu! – así sonaba el timbre de él.
    —¿Si? – contestó des del telefonillo.
    —¡Soy yo, Sandra!
    —¡Ahh, ahora bajo!
No se si pasó un segundo o dos porque cuando me di cuenta ya estaba abajo.
    —Hola ¿que pasa?
    —Que me voy
    —¿Como que te vas?
    —A Londres
    —¿Te vas a Londres? ¿Cuando?
    —El lunes
    —¿El lunes te vas a Londres? ¿Por que? ¿Hasta cuando?
    —Por que mi madre se quiere ir a vivir allí, por que aquí las cosas están mal, osea, por la crisis y me voy unos cuantos años
Se quedo asombrado.
    —Pero antes te quiero decir una cosa. – dije muy nerviosa.
Había decidido decirle lo que siento por él.
    —Yo también.
    —Vale comienza tu.
Dije mirándole muy seria.
    —Bueno, este verano a sido muy especial para mi, ya que hemos estado mucho tiempo juntos, aun que siempre con demás gente. Desde que me comenzabas a gustar. En julio fue cuando de verdad me di cuenta de lo que sentía y siento por ti. Puede que tu no pero...Te quiero.

Capítulo 6 parte 1

Sábado 22 de diciembre.
    Querido diario, ayer me enteré de que tendría que irme a vivir a Londres cinco años mínimo. Me voy el lunes por la mañana o mejor dicho: por la madrugada. Primero me lo tome mal, pero ahora lo voy aceptando cada instante mejor.
    Hemos comenzado a hacer las maletas ya. No queremos esperar a último momento. Siempre hay algo que te dejas cuando vas de vacaciones, pero en este caso no es vacaciones, es una mudanza. Si nos dejamos algo importante que no se pueda comprar o cueste mucho conseguir (mis CDs de Melendi, por ejemplo) no podremos volver para coger las cosas olvidadas.
    Hoy se lo diré a mis amigos. De momento ninguno sabe nada. Quiero darles la mala o buena noticia en persona. No se como se lo tomarán.
    Aun no me lo puedo creer que dentro de dos días deje este país. Parece un sueño del que no puedo despertar, ¿o quizás una pesadilla? Ni yo lo sé.
    El año pasado era imposible imaginarme que seria el último fin de año en España (hasta dentro de mucho tiempo claro, por que se supone que volveré. Se supone.) Creo que me estoy volviendo loca. Ya no se que pensar, ¿que sentir, que decir? No se si estoy contenta, triste, enfadada, disgustada, asustada... Podría decir miles de adjetivos que no se parecieran en nada y no saber como me siento. Estas últimas horas, ya que no hace ni 24 que se donde voy a pasar la mitad de mi adolescencia, he escuchado más horas a Melendi que la suma de las veces que he pestañeado en toda mi vida. Todo me aburre, menos escuchar sus canciones. Ahora mismo lo estoy escuchando.

    En este momento son las 4 de la tarde. Dentro de poco saldré a hablar con mis 'friends'. No tengo otra opción... He estado ensayando horas y horas y aun no tengo claro que les voy a decir. ¿Por que me tiene que pasar esto a mi? Aun que por otra parte... ¡Estoy hecha un lío! Yo que quería finalizar mi último curso de primaria con mis amigos de siempre, mi escuela de siempre, mis profesores de siempre, mi pueblo de siempre y... el chico de siempre. Lo echaré mucho de menos y creo que el a mi también. Es mi mejor amigo y yo su mejor amiga. Se todos sus secretos y el los míos  pero hay uno que nunca me he atrevido a decirle... Que le quiero. La última persona de mi clase que se enterará de mi "minisecreto". Quiero empezar por lo fácil. Comenzaré hiendo a casa de las que no me caen del todo bien y acabaré hiendo a su casa. Y es que aun que solamente hace 5 meses que me gusta, creo que me estoy enamorando de Rubén.

Capítulo 5

    —¿Donde están los auriculares? – Me dije a mí misma. —¡Joder, nunca encuentro nada! ¡Aquí están! – Me grité —¿Y ahora donde esta el móvil?
Eso siempre me pasaba
    —¡Mierdaaaaa!
Me daba mucha rabia haber encontrado los auriculares y después perder el móvil  que hacía un momento tenia en mi mano.
    —¡¡Pero si esta aquí!! – Grité al darme cuenta que estaba delante mio. —A ver...
Busque en mi móvil: "Música, Listas de reproducción, Melendi, Barbie de extrarradio"
    —"En la guerra, como en el amor,..." – comencé a cantar, justo un segundo antes de que mi madre entrara en mi habitación.
    —Hola, – dijo ella – ¿como estas?
Yo hice como si nada.
    —"Todo vale y siempre queda un perdedor,..." – canté más alzando la voz.
Entonces se acerco y me quito un auricular.
    —¡Hola! ¿Que pasa? – Me hice la despistada.
    —Nada, venía a saber como estabas – Preguntó ella sentándose a mi lado.
    —Bueno, he pensado que tienes razón y que deberíamos irnos a Londres.
    —¿Estás enfadada?
    —No, lo siento por lo de antes
    —No pasa nada, cariño. – Dijo con una sonrisa.
Yo también le sonreí
    —A ver si adivino que estabas escuchando – Habló intentando cambiar de tema.
    —¡Vigila que es muy difícil! – Le dije con ironía.
Ella sabe que mi cantante preferido es Melendi desde hacia un par de meses, cuando fui a un concierto suyo.
    —Mmm... ¿A Melendi?
    —Puede... ¡Jajajaja! – Me reí.
    —Bueno pues sigue escuchándolo sola, que yo me voy al salón con tu abuela.
    —Vale adiós. – Me despedí.
Me dio un beso y se fue.
    —"Y de quererte, pasé mis años olvidado en una trampa, para ratones en la que tu eras el queso,..." – seguí cantando.